Experiencias

Tuesday, May 23, 2006

Octavo y último día: Venecia, 15.05.06, lunes

Llegamos a las 7 y algo de la mañana, así que rápido a desayunar y luego a guardar el equipaje de mano y las últimas cosas ya que a las 8 había que dejar las habitaciones (aunque luego podías pedir un camarote si lo necesitabas). Llegamos a la terminal del puerto donde buscamos nuestras maletas, pasamos aduanas y las dejamos en un sitio que nos indicaron, nos dieron un resguardo. Shuttle bus hasta la Piazzale Roma, ahí cogimos un vaporetto (€5 cada uno) hasta Piazza San Marcos. Aquellos era un maremagnum, no se podía casi andar, niños de colegios, gente de todas las nacionalidades, unas colas infernales, sólo miramos la fabulosa P. San Marcos, abierta al gran Canal, con hermosos pórticos, cafés, edificios bellísimos, la torre del Reloj con sus figuras de bronce, el león alado, símbolo de Venecia, la basílica es imponente, fachada con cinco pórticos decorados con mármoles, mosaicos, esculturas , aúna el arte griego, medieval, bizantino, toscazo, lombardo y veneciano. Fotografiamos también el Campanile, réplica del desaparecido en 1902, el Palacio Ducal, antigua residencia de los Dogos y de estilo gótico, puente de los suspiros, Basílica, y, por supuesto, el famosísimo Puente de Rialto. Anduvimos por las callejas aledañas a la P. San Marcos.

Nos sentamos a tomar un café en el Bar Marco Polo (€3,50 cada uno, guau!). Miramos tiendas, lo que había de Murano no nos convenció así que sólo compramos una hermoso antifaz sostenido por un palo decorado €15, había máscaras del Carnaval veneciano de todos los precios, 10, 15, 20, 25 y un sinnúmero de objetos, pero en general Venecia es bastante cara. Cuando nos cansamos cogimos el vaporetto de vuelta en el Rialto hasta Piazzale Roma donde había un shuttle bus que nos llevó hasta la estación marítima. Comimos en el barco y cuando nos llamaron, bajamos , llegamos a donde estaban nuestras maletas, las cogimos, nos subimos a un bus que nos indicaron las señoritas de Iberojet y que nos llevó al aeropuerto Marco Polo, para satisfacción de los no fumadores, no hay puntos para fumadores ni siquiera en las cafeterías.

El autobús nos llevó hasta el avión, embarcamos a tiempo. A bordo nos sirvieron un snack con dos sándwiches, unas palmeritas, un bombón, café o té y luego pasaron caramelos. Llegamos sin retraso a Barajas. Otra vez en casa. Ahora llega el tiempo de recordar los buenos momentos pasados, las amistades que se consolidaron o iniciaron, los sitios que vimos. Lo estupendo que fueron todos dentro del barco, el buen servicio pero eso lo pondré aparte, junto con el precio de las excursiones. Espero este resumen os resulte de utilidad, buena suerte a los que iniciarán el viaje, un sueño cumplido y el deseo de volver pronto. Normy.

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